Cuando ocurre una emergencia médica y se produce una solicitud de ayuda al 131, todas las llamadas de la región que digitan el 131 son recibidas en la central de SAMU (Centro Regulador), donde se analiza la solicitud de acuerdo con una serie de preguntas que establecen los criterios de gravedad del evento, permitiendo categorizar la llamada en cinco categorías similar a los que sucede en los servicios de urgencia. Esta clasificación permite el envío de las ambulancias de acuerdo con la gravedad del requerimiento.
Cada procedimiento permite obtener una serie de datos propios de la enfermedad, datos demográficos y de geolocalización, que generan una base de datos que tiene el potencial de mejorar la pesquisa de patrones asociados al territorio donde ocurre la emergencia medica, esto está relacionado con los determinantes sociales de la salud que la Organización Mundial de la Salud los define como “las circunstancias en que las personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana”
Lo anterior permite representar en visualizadores territoriales o mapas nuestros riesgos como comunidad, observar necesidades de salud, generar información que permita perfeccionar el sistema y que un futuro cercano de mano de la inteligencia artificial permita una predicción más certera de las necesidades de urgencia y un adecuado uso de recursos.